La buprenorfina y naloxona es un fármaco del grupo de los opiáceos que fue comercializada por primera vez en los Estados Unidos en la década de de los 80. Ésta se utilizaba como analgésico y años más tarde, en 2001, ya trataba la adicción a las drogas como la morfina y la heroína. La buprenorfina y naloxona, así como el resto de fármacos que se usan como sustitutivos de las drogas, mejoran la calidad de vida del enfermo.
Los pacientes que se tratan con estos opiáceos ofrecen tasas de seroconversión a VIH inferiores a los que no están en tratamiento. Disminuyen los episodios de sobredosis y conductas de riesgo del afectado, así como el uso ilegal de otras drogas. De esta manera baja el consumo de heroína y las condiciones de consumo mejoran con respecto a los tratamientos limitados a la abstinencia.
En 1998 se acuerda la colaboración para el Plan Nacional sobre Drogas entre el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida, y Delegación del Gobierno: ‘Programa Nacional de Prevención del Sida y Dispensación de Metadona en las Oficinas de Farmacia’. Lo que se procuraba era formar a los farmacéuticos y auxiliares de farmacias en estrategias de reducción de riesgos y los daños asociados al uso inyectado de drogas, así como promover la implantación de programas de dispensación de kits antisida, de intercambio de jeringuillas y de dispensación de metadona en las farmacias.
En el año 2001 ya existían 34 oficinas de farmacia acreditadas en el programa. En ese mismo año se reúnen la Comisión Regional de Acreditación, Control y Evaluación de Centros y Servicios de Tratamiento con Opiáceos. En este año en curso, 45 farmacias están acreditadas, de las que 20 reciben pacientes; hasta un total de 65 pacientes han acudido a las oficinas de farmacia en lo que va de año. Cada farmacéutico se compromete a aceptar un máximo de diez enfermos, que prioritariamente serán pacientes que residan en la zona donde se ubica la farmacia acreditada. El farmacéutico dispensará a cada paciente la metadona en función de la periodicidad y dosis establecida por el médico responsable.
El seguimiento es fundamental, por lo que debe haber un contacto mensual tanto entre los farmacéuticos y el Colegio Oficial, como entre el médico y el farmacéutico, para determinar la evolución de los pacientes, notificar cambio de dosis, ausencia del programa, incidencias, etc. A los pacientes se les exige la justificación de ausencias mediante partes administrativos. El médico será el responsable de dar el alta médica en el programa y/o derivarlo a otros programas de deshabituación.
El Programa de Mantenimiento con Metadona en las oficinas de farmacia de la Región de Murcia ha demostrado ser un recurso importante para que los usuarios de drogas mejoren su calidad de vida y su estado físico. El servicio se debe mejorar en el sentido de que los usuarios reciban un mayor apoyo psicoterapéutico. Se pretende que el número de oficinas de farmacia participantes aumente, llegando a todas las zonas farmacéuticas de la Región.
Las ventajas que se pueden encontrar en este nuevo fármaco, la buprenorfina y naloxona, frente a la metadona, son el menor riesgo del paciente en caso de sufrir una sobredosis, experimentar un síndrome de abstinencia menor y la alta disponibilidad del fármaco en las oficinas de farmacia. Las desventajas serían su alto coste y la poca eficacia en los pacientes que requieren altas dosis de metadona. Lo que se quiere conseguir en un futuro es realizar unos protocolos de información relevante para la prevención de las drogodependencias sobre medicamentos y consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y otras drogas, así como una guía actualizada de recursos y de protocolos de derivación y seguimiento del paciente.