El aumento de infartos de miocardio en jóvenes por consumo de drogas ha pasado de ser preocupante a convertirse ya en alarmante. Así se puso de manifiesto el jueves por la noche en el programa 'Taller de Salud'. El jefe de Cardiología del Hospital Reina Sofia de Murcia, Tomás Vicente, y Pedro García, cardiólogo del Rosell de Cartagena, coincidieron en que los casos de enfermedades cardiovasculares entre personas menores de 40 años se ha disparado últimamente en la Región, un fenómeno que se deja notar sobre todo los fines de semana en las puertas de urgencias hospitalarias.
"Incluso en la primera toma de cocaína puede producirse un ataque al corazón", advirtió el doctor Vicente, quien comentó que normalmente el uso de este tipo de estupefacientes va ligado a un modo de vida que propicia fuertes subidas de tensión arterial, determinantes en el desencadenamiento de un infarto. Y subrayó que la gravedad de un episodio cardiaco es superior en gente joven que en personas mayores de 60 años, lo que incrementa el grado de complicación a la hora de ser tratados.
Pedro García explicó que tanto la cocaína como las drogas de diseño (pastillas, anfetaminas, etc.) pueden "fractuar las placas que todos tenemos en las arterias a raíz del efecto vasoconstrictor y de taquicardia que producen estas sustancias".
Con respecto al grado de influencia del estrés en el infarto, los especialistas que acudieron a 'Taller de Salud' señalaron que es elevado. Tomás Vicente indicó que varios estudios demuestran ya que un frenético ritmo de vida o de trabajo aumenta los niveles de colesterol en sangre aunque uno lleve una alimentación sana e incluso practique deporte con regularidad. Por tanto, comoquiera que el colesterol figura en lugar destacado entre los factores de riesgo del accidente cardiovascular, las posibilidades de que una persona estresada padezca un infarto crecen. El estrés favorece asimismo la hipertensión arterial, otra de las causas del infarto.
Dos de cada diez infartados de la Región no logran sobrevivir.