Manejo terapéutico
Se calcula que entre 1-2% de las gestantes reciben
terapia con levotiroxina para tratar su hipotiroidismo.
Diversos estudios epidemiológicos indican que 0,4%
de las mujeres embarazadas poseen concentraciones
séricas de TSH superiores a 10 mU/L entre las semanas
15-18 de gestación.Durante el embarazo
Alexánder y cols. efectuaron seguimiento y
ajuste de las dosis de levotiroxina en 19 embarazadas
hipotiroideas, con la intención de lograr niveles de
TSH pregestacionales. La curva de dosis de levotiroxina
requerida mostró un rápido incremento entre
las semanas 6 y 16 para luego alcanzar una meseta. A
las 10 semanas de gestación la dosis de levotiroxina
necesaria se incrementó un 29% aproximadamente
respecto de las dosis habituales (p < 0,001), y a las 20
semanas el incremento necesario fue de un 48% (p <
0,001), para luego permanecer estable hasta el final
de la gestación. El momento en el cual fue observado
un incremento en las concentraciones de tirotrofina
varió entre las 4,4 y las 16 semanas de gestación (con
una media de 8 semanas).28
Para el seguimiento de las gestantes hipotiroideas,
las recomendaciones actuales de la National
Academy of Clinical Biochemistry14 incluyen el control
del estado tiroideo con TSH y T4L en cada trimestre
del embarazo y el ajuste de la dosis de levotiroxina
para lograr mantener una TSH sérica entre
0,5-2,5 mUI/L, con una T4L sérica en el tercio
superior del intervalo normal de referencia.
CONCLUSIONES
Durante la gestación no son infrecuentes los trastornos
tiroideos. Los efectos de la carencia hormonal
materna, así como la autoinmunidad positiva, tienen
consecuencias directas sobre la díada maternofetal.
Efectuar un tamizaje para hipotiroidismo
en pacientes en edad reproductiva es aún motivo
de controversia, siendo para algunos pertinente al
menos evaluar a las mujeres con factores de riesgo.
La presencia de hormonas maternas es de capital
importancia para el desarrollo psiconeurológico
fetal. El hipotiroidismo durante la gestación ha sido
asociado con partos pretérmino, bajo peso al nacer,
abruptio placentae, hipertensión y muerte fetal. Si bienson escasas las investigaciones sobre hipotiroidismo
subclínico y embarazo, se ha hallado mayor incidencia
de complicaciones en estas pacientes. Para
el estudio de la función tiroidea durante el embarazo
se deberán solicitar los exámenes apropiados,
teniendo en cuenta las modificaciones fisiológicas
propias de la gravidez. Para el seguimiento de la
embarazada hipotiroidea deberá recordarse que
los requerimientos de hormona aumentan durante
la gestación. El diagnóstico y la terapéutica precoz,
redundarán en beneficios tanto para la madre como
para el hijo.
REFERENCIAS
1.-Klein RZ, Sargent JD, Larsen PR, Waisbren SE,
Haddow JE, Mitchell ML. Relation of severity of
maternal hypothyroidism to cognitive development
of offspring. J Med Screen 2001;8:18-20.
2.- Alexander EK, Marqusee E, Lawence J, Jarolim P,
Fischer GA, Larsen PR. Timing and magnitude of
increases in Levothyroxine
requirements during
pregnancy in women with hypothyroidism. N Engl J
Med 2004;351:241-9.