viernes, 13 de septiembre de 2013
ARTRITIS PSORIASICA
La artritis psoriásica es un tipo de inflamación artrítica que se produce en alrededor del 15% de los pacientes que tienen una erupción en la piel llamada psoriasis. Esta artritis en particular puede afectar cualquier articulación del cuerpo, y los síntomas varían de una persona a otra. Las investigaciones han demostrado que una inflamación persistente por artritis psoriásica puede ocasionar daño articular. Afortunadamente, los tratamientos disponibles son eficaces en la mayoría de las personas.
Datos breves
•Es importante el diagnóstico temprano para evitar el daño a las articulaciones.
•La artritis psoriásica puede producirse en personas sin psoriasis cutánea, en particular en aquellas que tienen familiares con psoriasis.
•La actividad física ayuda a mantener el movimiento articular.
¿Qué es la artritis psoriásica?
La psoriasis es una enfermedad en la que se desarrollan en la piel manchas escamosas rojas y blancas. Se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo actúa a toda potencia y ataca la piel. Algunas personas con psoriasis pueden desarrollar también artritis psoriásica, cuando el sistema inmunológico ataca además las articulaciones y causa una inflamación. Como la psoriasis, los síntomas de la artritis psoriásica aparecen y desaparecen, varían de una persona a otra e incluso cambian de lugar en la misma persona con el tiempo.
La artritis psoriásica puede afectar cualquier articulación del cuerpo y pueden ser sólo una, varias o múltiples articulaciones. Por ejemplo, podría sufrirse en una rodilla o las dos. Cuando aparece en los dedos de las manos o los pies, éstos pueden parecer salchichas hinchadas: esa afección suele denominarse dactilitis. Las uña stambién pueden verse afectadas.
La artritis psoriásica en la columna, denominada espondilitis, produce dolor en la espalda o el cuello, y dificultad para agacharse. También puede producir puntos sensibles donde se unen los tendones y los ligamentos a los huesos. Esta afección, llamada entesitis, puede causar dolor en la parte posterior del talón, la planta del pie, alrededor de los codos o en otras áreas. La entesitis es uno de los rasgos característicos de la artritis psoriásica.
Se han realizado investigaciones recientes en las que se indica que la inflamación persistente producida por la artritis psoriásica causa un daño articular más adelante, por lo que es esencial obtener un diagnóstico preciso temprano. Afortunadamente, hay tratamientos disponibles y eficaces para la mayoría de las personas.
Síntomas de artritis psoriasica.
La artritis psoriásica generalmente afecta las articulaciones grandes, en especial las de las extremidades inferiores, las distales de los dedos de manos y pies, y también puede afectar la espalda y las articulaciones sacroilíacas de la pelvis.
¿Qué causa la artritis psoriásica?
No se sabe con exactitud qué causa la artritis psoriásica. El 40% de las personas que la padecen tiene un miembro de la familia con psoriasis o artritis, lo que sugiere que la herencia puede tener un papel.
Este mal también puede ser el resultado de una infección que activa el sistema inmunológico. Si bien la psoriasis en sí misma no es infecciosa, puede desencadenarla una infección estreptocócica de la garganta.
¿Quién contrae artritis psoriásica?
En general se produce en personas de entre 30 y 50 años, pero puede comenzar en la niñez. Hombres y mujeres están en riesgo por igual. Los niños con artritis psoriásica también están en riesgo de contraer uveítis (inflamación de la capa media del ojo).
Alrededor de un 15% de las personas con psoriasis desarrollan artritis psoriásica. En ocasiones, la artritis puede aparecer antes que el trastorno cutáneo.
¿Cómo se diagnostica la artritis psoriásica?
Para diagnosticar esta enfermedad, los reumatólogos observan las articulaciones hinchadas y doloridas, ciertos patrones de artritis, y cambios en la piel y las uñas típicos de la psoriasis. Por lo general se toman radiografías para observar el daño articular. Se puede recurrir a una resonancia magnética, una ecografía o una tomografía computada para observar las articulaciones con más detalle.
Se pueden indicar análisis de sangre para descartar otros tipos de artritis que poseen síntomas similares como gota, osteoartritis y artritis reumatoidea. En pacientes con artritis psoriásica, los análisis de sangre podrían revelar niveles elevados de inflamación y anemia leve. En ocasiones es necesaria una biopsia cutánea (pequeñas muestras de piel extraídas para análisis) a fin de confirmar la psoriasis.
¿Cómo se trata la artritis psoriásica?
El tratamiento varía según el nivel de dolor. Las personas con una artritis muy leve pueden requerir tratamiento únicamente cuando sienten mucho dolor en las articulaciones y pueden detener la terapia cuando se sienten mejor.
Como tratamiento inicial se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno (Motrin o Advil) o el naproxeno (Aleve).
Si la artritis no responde, pueden recetarse fármacos antirreumáticos que modifican la enfermedad. Entre ellos se encuentran la sulfasalacina (Azulfidine), el metotrexato (Rheumatrex), la ciclosporina (Neoral, Sandimmune) y la leflunomida (Arava). Algunas veces, pueden administrarse combinaciones de estos medicamentos. El antimalárico hidroxicloroquina (Plaquenil) puede ayudar, pero por lo general se evita ya que puede producir un brote de psoriasis. La azatioprina (Imuran) puede ayudar a las personas con formas graves de artritis psoriásica.
Los agentes anti factor de necrosis tumoral que están disponibles desde hace menos tiempo, como adalimumab (Humira), etanercept (Enbrel), golimumab (Simponi) e infliximab (Remicade) pueden ayudar tanto con la artritis como con la psoriasis cutánea.
Las inyecciones de corticosteroides pueden ser útiles para articulaciones inflamadas. Puede realizarse una cirugía para reparar o reemplazar articulaciones seriamente dañadas.
Mayor impacto de la artritis psoriásica en la salud
El impacto de la artritis psoriásica depende de las articulaciones involucradas y la gravedad de los síntomas. La fatiga y la anemia son comunes. Algunos pacientes con artritis psoriásica también experimentan cambios de humor. Tratar la artritis y reducir los niveles de inflamación ayudan con estos problemas.
Las personas con psoriasis tienen ligeramente más probabilidades de padecer hipertensión, colesterol alto, obesidad o diabetes. Mantener un peso saludable y tratar la hipertensión y el colesterol también son aspectos importantes del tratamiento.
Muchas personas con artritis desarrollan rigidez en las articulaciones y debilidad muscular por falta de uso. El ejercicio adecuado es muy importante, ya que mejorará la salud general y mantendrá flexibles las articulaciones.
Vivir con artritis psoriásica
Muchas personas con artritis desarrollan rigidez en las articulaciones y debilidad muscular por falta de uso. El ejercicio adecuado es muy importante para mejorar la salud general y mantener las articulaciones flexibles. Esto puede ser bastante simple.
Caminar es una excelente manera de ejercitarse. Un soporte para caminar o plantillas ortopédicas ayudarán a evitar presión innecesaria sobre pies, tobillos o rodillas afectados por la artritis. Una bicicleta estacionaria es otra buena opción, como también el yoga y los ejercicios de estiramiento que pueden ayudar con la relajación.
Algunas personas con artritis hallan más fácil moverse en el agua. En ese caso, la natación o caminar en la piscina permiten hacer actividad sin ejercer presión en las articulaciones.
Muchas personas con artritis psoriásica también se benefician con terapia física y ocupacional para fortalecer los músculos, proteger las articulaciones de mayores daños y aumentar la flexibilidad.
Puntos para recordar
•La artritis psoriásica es un tipo de artritis crónica. En algunas personas es leve, con sólo brotes ocasionales. En otras personas, es permanente y puede causar daño articular si no se la trata.
•En la mayoría de los pacientes, los tratamientos adecuados aliviarán el dolor, protegerán las articulaciones y ayudarán a mantener la movilidad.
•Algunas veces, la artritis psoriásica se puede diagnosticar erróneamente como gota, artritis reumatoidea u osteoartritis.
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